Factores desencadenantes de la celulitis

Las cifras son contundentes: la celulitis afecta a 9 de cada 10 mujeres que desde la adolescencia comienzan una incansable lucha contra la famosa piel de naranja, principalmente en cola, piernas y abdomen. Esto se origina, casi con exclusividad en el sexo débil, se origina como consecuencia de una alteración del tejido conjuntivo, que se halla entre la masa muscular y la piel, compuesto especialmente por células adiposas, fibras de elastina y colágeno, que al desequilibrarse , ocasionan retención de líquidos y toxinas.

Los factores que la ocasionan son varios: hormonales y endocrínicos, neurovegetativos, genéticos y étnicos, secundarios a patologías y otros factores.

Factores hormonales y endocrínicos

Es sin dudas el principal factor. Del mismo modo que la testosterona puede ocasionar calvicie en los hombres, en la mujer, la producción de estrógenos y la progesterona, la hacen propensa a la celulitis, sobretodo en la pubertad, el embarazo, el puerperio y la menopausia, además de la ingesta de píldoras anticonceptivas, épocas estas en las que existe un desequilibrio hormonal.

Los niveles elevados de estrógeno pueden provocar retención de líquidos, lo que influye sobre la permeabilidad de los vasos capilares. Esto explica el hecho de que la celulitis se vuelve más notable antes de cada período menstrual.

Factores neurovegetativos

Pero no solamente los factores hormonales y endocrinos, son generadores de la tan temida celulitis. Los factores neurovegetativos también son importantes cuando de la celulitis se trata. El estrés juega un gran papel y eso se debe a produce un aumento en la liberación de adrenalina, lo que provoca la contracción de los pequeños capilares y vasos arteriales disminuyendo de este modo la concentración de oxígeno en el tejido afectado, aumentando la producción de mucina, una sustancia que se deposita en la dermis y origina la llamada piel de naranja. Las mujeres que tienen cierta tendencia a la depresión y a caer en estados de angustia, se ven más afectadas que el resto.

Factores genéticos y étnicos

Está estadísticamente comprobado que existen “familias de obesos” y “familias de celulíticas”. Los antecedentes familiares de celulitis, constituyen un factor importante y que predispone a padecer la enfermedad. Se cree que existe un gen de la celulitis que es hereditario y que genera predisposición. No es difícil toparse con familias en las que la mayoría de sus mujeres presenten caderas anchas y piernas con celulitis.

En cuanto a los factores étnicos, la celulitis tiende a aparecer en mayor medida en las mujeres latinas que en las mujeres de raza nórdica, quienes ostentan caderas más angostas y mucho menos aparición de celulitis, lo que podría deberse a algún factor genético.

Factores secundarios a patologías
Existen diversas patologías que pueden determinar la aparición de la celulitis. Así por ejemplo, las várices y problemas circulatorios tienden a provocar la aparición de edemas y extravasación de líquidos y esto puede ocasionar, o bien, el agravamiento de una celulitis o el mismo origen de ella. Las alteraciones hepáticas también pueden desembocar en una celulitis al no poder eliminarse normalmente los residuos tóxicos del organismo, lo que ocurriría igualmente en el caso de afecciones renales.

Otros factores

Los malos hábitos de vida, como por ejemplo el tabaquismo, el sedentarismo, la falta de ejercicio físico, el consumo alcohol e incluso el uso de ropa excesivamente ajustada favorecen la aparición de celulitis. De igual modo, el hecho de permanecer mucho tiempo sentada o de pie o el uso de tacos muy altos.

De igual manera, la mala alimentación, que incluya el excesivo consumo de grasas y el bajo consumo de fibras, acompañados de cansancio y estrés, pueden originar la celulitis. La ingesta excesiva de sal tiende a provocar la retención de líquidos en los tejidos, máxime si el consumo de líquidos es deficiente. Es importante a fin de reafirmar los resultados de los diferentes tratamientos anticelulíticos, modificar los hábitos en ambos sentidos.