viernes, 2 de noviembre de 2007

Gluteos sin celulitis. La técnica LPG anticelulítica

La celulitis es la gran enemiga de la mujer. Existen cremas, liposucciones y multitud de remedios para ella. Vamos a explicaros una técnica que también se utiliza mucho y en la cual no vas a necesitar pasar por el quirófano: la técnica LPG para combatir la celulitis.


¿A qué se debe la celulitis?
Las mujeres tienden a acumular más grasa en las caderas y en la zona de las piernas. La edad puede hacer que esa piel pierda elasticidad y que se forme la antiestética celulitis o piel de naranja.

Si también has perdido peso, esa piel puede haberse resentido, sobretodo si no la has hidratado durante tu época de adelgazamiento.

Como muchas mujeres tienen miedo a operarse, se investiga mucho sobre vías alternativas para eliminar toda esa celulitis, y de esas investigaciones surgió la técnica LPG.

La técnica LPG anticelulítica
La paciente se tumba boca abajo en una camilla y, con la ayuda de unos rodillos, se masajea la zona. El tipo de movimiento irá variando a medida que transcurra la sesión, pues hay algunos que se utilizan para determinadas cosas. Por ejemplo, el movimiento ondulado se aplica al incio y al final de la sesión. Para eliminar la celulitis, los rodillos se moverán en forma de zig zag, y para suavizar la piel serán movimientos en forma de 8.

Una de las mayores ventajas de LPG es que también se puede utilizar para tratar lesiones musculares. Tu médico puede recomendarte darte algunas sesiones para ayudarte en alguna recuperación de algún problema que hayas tenido.

Puedes tratar otras zonas específicas con acúmulos de grasa
No tienes porque enfocarte sólo en los gluteos. Puedes también tratarte las piernas, brazos, rodillas, abdomen … incluso en la cara para recuperar su elasticidad. En general, cualquier parte del cuerpo que tienda a acumular grasa localizada es perfectamente tratable.

Puede ser que el profesional estético te dé una serie de recomendaciones cuando termines la sesión. El uso de cremas anticelulíticas e hidratantes es fundamental para minimizar el riesgo de la aparición de celulitis. Si te sometes a este tratamiento estético, el profesional que te atienda puede recomendarte alguna en concreto que te pueda ayudar a obtener los mejores resultados.

El precio de cada sesión puede ser de hasta 80 euros. Son sesiones de unos 45 o 50 minutos (dependiendo de la zona que quieras tratar).

Problemas de salud. La celulitis

La aparición de esta infección que afecta a la capa subdérmica de la piel puede estar relacionada con cuadros de estrés, sedentarismo y desórdenes hormonales

El 14% de los casos de celulitis surgen en la pubertad, el 25% en la premenopausia y en muchos otros durante el embarazo o al comenzar a tomar la píldora anticonceptiva. La celulitis es una infección que se detecta casi exclusivamente en las mujeres. Existen muchas teorías sobre su origen, pero ninguna definitiva, aunque los estudios realizados en los últimos años han arrojado esclarecedores datos sobre los principales factores que influyen en su aparición. Entre ellos destaca que la aparición de la celulitis poco tiene que ver con el peso de cada uno.

Inflamación del tejido celular
Pese a que su pronóstico ha mejorado gracias a los cambios en la alimentación y hábitos de vida, la celulitis continúa afectando a un gran número de mujeres y no sólo en la edad adulta. Ello influye en que sea "una de las preocupaciones sociales que más fomenta el desarrollo de estrategias de marketing para captar consumidores de productos dudosamente eficaces", lamenta el cirujano Federico Mayo.



Las causas de su aparición, cómo tratarla, hasta qué punto son eficaces los productos anticelulíticos y los distintos tipos de celulitis que existen son algunas de las cuestiones que se tratan a continuación:

¿Qué es la celulitis? Es una infección que afecta a la capa subdérmica de la piel y que está provocada por gérmenes que entran en la superficie cutánea a través de cualquier lesión. "Por tanto, como cualquier infección, presenta los síntomas de estas: enrojecimiento, tumefacción y aumento de calor, requiriendo tratamiento médico", explica el doctor Pérez Macías, presidente de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética.

¿Es lo mismo que la llamada 'piel de naranja? No. Celulitis es un término médico y no tiene nada que ver con la piel de naranja, aunque coloquialmente se conoce como tal. "La celulitis es una inflamación celular, por lo que no es correcta la utilización del término para hablar de las irregularidades que presentan determinadas áreas de la piel de las mujeres, también conocidas como piel de naranja", detalla el doctor Serra Renóm, de la Clínica Quirón de Barcelona. Por su parte, "la piel de naranja es una piel humana sana que parece la de naranja. Es como el tono de bronceado o el de ojos, en una personas aparece y en otras no", matiza el doctore Mayo.

¿A qué se debe esta apariencia de piel de naranja? A los cúmulos de grasa que se forman en la mujer debido a la influencia de ciertas hormonas como los estrógenos y progesterona. La grasa se ve atravesada por puentes fibrosos que van de la piel hacia el tejido celular subcutáneo dando el aspecto de piel de naranja.

¿La celulitis es sinónimo de obesidad? No necesariamente. Hay personas delgadas que pueden tener celulitis y gente con más peso que no tiene porqué sufrirla. "Se nota más cuanto más volumen tiene una zona y, sobre todo, cuando se engorda", reconoce el doctor Antonio Bazán, director de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora de la Clínica Universitaria de Navarra.

¿Aparece sólo en ciertas zonas? "El cúmulo de grasa suele manifestarse en zonas típicas de disposición femenina: pistoleras, cara interna de los muslos, glúteos y flanco abdominales", comenta el doctor Antonio Taboada Suárez, presidente de la Sociedad gallega de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética. Sin embargo, también puede aparecer en otras extremidades como los brazos.

¿Existen distintas clases de celulitis? Sí. "Y algunas pueden llegar a ser muy dolorosas al tacto o a la presión, sobre todo las que se dan en la cara interna de la rodilla", asegura la doctora Paloma Tejero, directora médica de la Clínica Mediestetic y vocal de la Sociedad Española de Medicina estética (SEME). Los dos tipos de celulitis más frecuentes son:

La celulitis dura: Afecta principalmente a mujeres jóvenes. Se localiza en los muslos y la pelvis.
La celulitis blanda: Es la más antiestética y complicada a la hora de tratar. Es frecuente que aparezca en torno a los 35 años y lleva consigo un importante aumento de volumen.

Su origen
¿Por qué aparece? "No hay un consenso sobre el tema", advierte la doctora Tejero, quien añade que hay una serie de rasgos físicos que predisponen a sufrirla como "las piernas rectas con la rodilla hacia dentro, el aumento de curvatura en la cadera, cierto grado de atrofia glútea y el volumen más ancho en la parte inferior del cuerpo que en la superior". No obstante, también tiene mucho que ver "el papel que representan los estrógenos (hormonas femeninas) al producir una retención de líquidos, pero también influye la progesterona al intervenir directamente en el aumento de volumen de los adipositos (grasas) en ciertas partes de la silueta femenina", explica el doctor Pérez Macías.

¿La pueden sufrir los hombres? Es muy raro que un hombre presente celulitis.

¿Es hereditaria? Sí. Existe un componente hereditario importante, que está influenciado en mayor o menor grado por otros factores.

¿Qué factores son los que influyen en su aparición? Son muchos y muy variados. Por una parte, la predisposición natural a acumular grasa en determinadas regiones, el sedentarismo, hábitos de tabaquismo y alcohol, circulación venosa deficiente y los desórdenes hormonales en la pubertad, el embarazo o la menopausia. Y por otra, también pueden tener que ver "factores psicosomáticos relacionados con el estrés", añade el doctor Pérez Macías.

¿Influye la alimentación? Por supuesto. El consumo elevado de grasas, la baja ingesta de líquidos y una alimentación 'poco sana' influyen directamente en su aparición. "De hecho, en los últimos años se ha notado una cierta mejoría, tanto en la frecuencia de aparición como en la gravedad de los casos, muy probablemente debido a la mejora de los hábitos alimenticios y de vida (ejercicio físico, cuidado corporal, tratamientos de prevención y/o mantenimiento, etc.)", asegura el doctor Bazán.

¿Qué alimentos se deben tomar y cuáles evitar? Hay que acostumbrase a llevar una dieta equilibrada:

Alimentos recomendados:
Frutas, verduras y hortalizas,
Aquellos que fomentan la diuresis como los espárragos, calabaza, cebolla, manzana e infusiones
Agua. Al menos dos litros diarios.
Alimentos no recomendados:
La pasta,
La repostería, café
Los fritos,
Las salsas y embutidos
Las bebidas gaseosas.
"Debemos recordar que los carbohidratos que no se consumen con la actividad física de cada día son también acumulados en forma de grasas", comenta el doctor Serra Renóm.

Posibles soluciones
¿Se puede curar? "No", afirma tajante la doctora Tejero. "Hay que mentalizarse de que es un proceso crónico que se puede mejorar, pero no se erradica definitivamente

" Y es que en estos casos, "lo más correcto es su prevención", explica la doctora Marina Manchón.

¿Cuáles son los tratamientos más eficaces? Existen varios tratamientos. En principio, un buen programa de ejercicio físico y un control dietético es suficiente para mantenerlo a raya. De todas formas, si ya está en un estado avanzado se pueden probar otras técnicas como:

La lipoescultura. Aspirar los excesos de grasa superficial y realizar una cicatriz subdérmica ayuda mucho a mejorar los resultados. "Es un aliado importante en la lucha de este problema, siempre y cuando se acompañe de un adecuado régimen nutricional bajo en grasas con abundantes líquidos y la realización de ejercicios físicos aeróbicos", recalca el doctor Serra Renom.
Mesoterapia. Pequeños pinchazos con sustancias farmacológicas a bajas dosis. Permite el tratamiento con acción selectiva y directa sobre el tejido alterado. Gracias a esta técnica se mejora la circulación y el éxtasis venoso y permite disminuir volumen.
Fitoterapia. Ayuda a la eliminación de líquidos retenidos y al fortalecimiento de la microcirculación.
Fisioterapia. Se utiliza mediante diversas técnicas aisladas o combinadas como el Láser Helio Neón, que aplicado antes de tratamientos tópicos anticelulíticos favorece el drenaje linfático y estimula la microcirculación, explica el doctor Pérez Macías. "Los ultrasonidos deben ser evitados por las embarazadas, los pacientes con marcapasos y aquellos que tengan prótesis metálicas o sufran de hemorragias frecuentes.
Endermología. Consiste en la aplicación de succión con rodetes sobre las zonas celulíticas.
La cirugía mediante liposucción. Mejora la circulación por decompresión, ya que diminuye los cúmulos grasos. "Hay que tener en cuenta que lo que se logra con la liposucción es quitar grasa localizada, pero no puede garantizarse que la piel de naranja desaparezca por completo; sin embargo sí es cierto que se manifiesta menos y mejora el aspecto global, sobre todo con la técnica de liposucción superficial. La liposucción actúa en la grasa eliminada, pero no en la textura de la piel", aclara el doctor Bazán desde la Clínica Universitaria Navarra.
¿Qué precio tienen? Varían en función del tratamiento. Los más económicos son los masajes cuyo precio oscila entre los 600 y 900 euros las diez sesiones. El resto de tratamientos tiene precios muy variados.

¿Son efectivas las cremas tópicas? Las cremas y productos anticelulíticos que se venden en farmacias y parafarmacias son eficaces como método preventivo y de mantenimiento. Deben formar parte del tratamiento integral y siempre deben extenderse con un buen masaje sobre la zona afectada.

¿Cuál es el principal componente de estos productos? Están compuestas en la mayoría de los casos por algas marinas, hiedra, aloe vera, cacao, cetella asiática y alto contenido de cafeína.

CIRUGIA PLASTICA

¿En que consiste realmente la liposucción, cómo se realiza? ¿Se puede tratar la obesidad y la celulitis? ¿La grasa se vuelve a reproducir?

La liposucción no es un tratamiento de la obesidad, sino una técnica destinada a corregir los acúmulos grasos de ciertas partes del cuerpo que son rebeldes a los regímenes de adelgazamiento. Este tejido graso especial que se localiza en caderas (michelines), muslos (pistoleras), rodillas, cuello (papada), si se extrae por aspiración NO volverá a aparecer y como resultado, el paciente adelgazara o engordara armónicamente sin estas deformaciones.

La liposucción se practica introduciendo a través de unas pequeñas incisiones, unas cánulas de unos 3 ó 4 mm. de diámetro, que se conectan a una bomba de vacío (aspirador) y extrae la grasa por aspiración.

No requiere internamiento y se puede realizar una vida normal transcurridas 48 horas. El postoperatorio no es doloroso y suele cursar con una lógica hinchazón de los tejidos y cardenales cutáneos. Por este motivo, se utilizará una faja de compresión durante un mes y se tendrá en cuenta que los resultados finales se verán transcurridas varias semanas.

Con respecto a la "celulitis" o "piel de naranja" desgraciadamente no puede eliminarse. La liposucción no cura la celulitis pero en algún caso puede atenuarla al mejorar el contorno de esa zona.

¿Qué entendemos por la enfermedad celulítica?

La celulitis es una alteración del tejido conjuntivo por acumulación de grasa, líquidos y toxinas. Cuando aparece este problema la piel se vuelve irregular y con pequeños nodulitos; y la conocemos como "piel de naranja".


Sin embargo la celulitis es una enfermedad edematoso-fibroesclerótica, afectando a las células grasas al tejido intersticial y a los pequeños vasos sanguíneos.


Clasificación de los procesos celulíticos

Podemos clasificarla según sus diferentes características:

Celulitis generalizada: Aparece conjuntamente con la obesidad, en personas con malos hábitos. Comienza en la pubertad y con el paso de los años se producen importantes alteraciones estéticas.
Celulitis localizada: Puede dar lugar a fenómenos dolorosos, sobre todo en las piernas, las el abdome n, las nalgas, los tobillos, la parte inferior de la espalda, la parte superior de los brazos, la parte superior de la espalda justo de bajo de los hombros.
Celulitis dura: Se encuentra en mujeres jóvenes con una buena figura y generalmente deportistas, cuyos tejidos son firmes y bien tonificados y sin edemas, lo que dificulta su localización. Sin embargo por medio de la prueba del pellizco suele aparecer la piel de naranja.
Celulitis fláccida: Frecuentemente se asocia con el sedentarismo. También se presenta en personas que han subido y bajado de peso bruscamente.
Celulitis edematosa: Puede aparecer en todas las mujeres, siendo mas frecuentes en jóvenes. En mujeres de edad suele presentarse como piernas gruesas. Se localizada principalmente en los miembros inferiores y la piel presenta a simple vista la típica piel de naranja.

Factores que determinan su aparición

existen ciertos factores que predisponen a la celulitis:


Los Factores Hormonales: en la mujer son abundantes, en todas las etapas de su vida. El aumento de la actividad estrogénica provoca una modificación del tejido adiposo en cuanto a su localización y volumen de las células grasas (adipositos), que favorece el cúmulo de grasa.

Factores Congénitos: Las mujerea con antecedentes familiares de celulitis tienen una mayor disposición a padecerla.

Alimentación: los malos hábitos alimenticios pueden provocar un metabolismo alterado de lípidos, proteínas e hidratos de carbono, conjuntamente de alteraciones en la digestión que provocan una eliminación deficiente de de los productos metabólicos y toxinas.

Régimen de vida: es decir, la vida sedentaria, el tabaco, el alcohol, la ropa ajustada son factores que predisponen a la aparición de la celulitis.

Factores Psicológicos: el cansancio, nerviosismo, la ansiedad y el estrés, propician las alteraciones circulatorias, que favorecen el la formación de la celulitis.

Prevención

La Prevención no implica necesariamente que no aparezca aunque si su control.

Los siguientes consejos les serán de gran utilidad.


Ejercicios de mantenimiento: La gimnasia debe de ser moderada, pero de forma constante, ya que favorece el tono y vitalidad muscular, mejora la circulación sanguínea y ayuda a eliminar el exceso de grasa acumulada en las células adiposas. Uno de los mejores ejercicios es la natación.

Duchas: De forma alternativa y a la vez, las de agua caliente con las de agua fría.

Masaje e hidromasaje: Como tratamiento de drenaje linfático y circulatorio, y relajante de espalda y piernas.

Dieta: Equilibrada, con tres a 5 ingestas al día, beber al menos dos litros de agua al día y evitar el consumo excesivo de tóxicos como el alcohol, café...etc.
Tratamiento


Se médico especializado en esta patología le puede orientar. Por eso su cirujano Plástico que conoce bien el problema, la puede aconsejar desde tratamientos médicos a los quirúrgicos...




Masaje y tratamientos tópicos: Mejoran el drenaje linfático y estimulan la microcirculación. La Endermología o la terapia subdermica es un es excelente método para combatir la celulitis

Mesoterapia: Muchas veces estos métodos se aconsejan cuando hay una mala circulación de retorno, pero a veces en pieles flácidas sus efectos no son beneficiosos para la celulitis.

Hidroterapia: Consiste en hidromasajes en bañeras especiales y duchas a presión, los balnearios o Spa, suelen disponer de buenas instalaciones.

Cirugía estética: Como la Liposucción o Lipoescultuta técnicas en la que se aspiran los depósitos de grasa por medio de una cánula introducida previamente en la zona celulítica con cúmulos grasos localizados, siempre y cuándo la persona esté más o menos en su peso.

Evita la Celulitis

La celulitis es un problema que se presenta la mayoría de las mujeres y que se puede prevenir si se detecta a tiempo y si se toman las medidas adecuadas para ello. Por eso, hay que entrar en acción para prevenir y bloquear el avance de la celulitis con todos los medios que estén a nuestro alcance desde la adolescencia, aunque seas una mujer delgada.
Hay varios factores que influyen tanto en la aparición de la celulitis como en su avance. Puedes empezar desde ahora a cuidarte y comenzar siguiendo éstas reglas básicas para tratar este problema:

1. Reduce la sal

La sal retiene líquidos y provoca que se te hinchen los tejidos. También reduce el consumo de azúcares y las grasas ya que se comportan como procesos digestivos complejos que facilitan la aparición de toxinas y degeneran el tejido adiposo; además favorecen el aumento de peso y la aparición de la celulitis.

2. Renuncia al café y al cigarro

Ambos son vasoconstrictores, disminuyen el diámetro de los vasos, reducen la cantidad de sangre que llega a la periferia del cuerpo e impiden la oxigenación de los tejidos.

3. Di no a las bebidas alcohólicas

Favorecen la retención de líquidos, la celulitis y el hinchazón de piernas, además de que tienen un alto contenido calórico.

4. Bebe agua en abundancia

Depura el organismo y favorece la eliminación de líquidos y toxinas. Lo ideal es tomar dos litros al día, empezando con un vaso en ayunas y tomando uno cada hora. Si puedes, intenta tomar algún diurético natural como agua de jamaica o de toronja sin azúcar, lo que te ayudará a eliminar líquidos de una forma más rápida.

5. Evita permanecer largo tiempo sentada o de pie

Si el trabajo te obliga a estar quieta largo tiempo , procura estirar las piernas de vez en cuando. Si estás sentada, al menos cada hora párate y camina dos minutos y haz algunos movimientos que te hagan estirar y relajar los músculos.

6. Siéntate correctamente

Hazlo con las rodillas paralelas y los pies apoyados en el suelo. No cruces las piernas, ya que la presión sobre la zona pélvica dificulta la circulación a nivel inguinal.

7. Toma precauciones con los anticonceptivos

Recuerda que los estrógenos contenidos en los anticonceptivos orales, favorecen la retención de líquidos y la aparición de la celulitis. Si ya tienes celulitis o te da miedo a ser propensa, será mejor que evalúes la posibilidad de hacer uso de otro anticonceptivo, aunque los médicos te digan que esto es falso.

8. Despídete de los tacones altos

Además de provocar dolores en los pies, dificultan la circulación de la sangre. El calzado perfecto debe tener un tacón con una altura entre 3 y 5 cm., de esta forma el talón puede desarrollar con toda normalidad la función de bomba sanguínea.

9. Olvida la ropa muy ajustada

Si no quieres tener celulitis, será mejor sacrificar la moda por evitar tener este problema: jeans, cinturones apretados, ropa interior con elásticos fuertes, pantalones estrechos, etc., son un obstáculo para la circulación, principal causa de la aparición de la celulitis.

10. Lucha contra el estreñimiento

El intestino flojo, es un aliado de la celulitis: la presión que ejerce sobre le bazo, impide el flujo correcto de la sangre hacia el corazón y afecta la circulación. Si lo padeces. Lleva una dieta rica en agua, fibra, frutas y verduras.

11. Haz ejercicio

La actividad física es un entretenimiento que además favorece la combustión de calorías, impide la acumulación de grasas, tonifica los músculos y favorece la circulación. Así que practica algún deporte aeróbico como nadar, correr, spinning, etc.

Si en verdad quieres evitar sufrir de celulitis, sigue esta 10 reglas básicas; puedes ayudarte aplicándote algunas cremas o aceites especiales para ello. Sólo acuérdate que nada funciona por sí solo y si quieres lucir bella el día de tu boda debes sacrificarte.

Imagen y celulitis

La imágen de una persona es cada día más importante. ¿Es la celulitis un problema meramente estético? Supongamos que lo es.

En la era de las comunicaciones, donde vivimos motivados por centenares de mensajes diarios que nos plantean un ideal de belleza y salud, cada vez más personas están interesadas en lograr una imagen corporal aceptable. Esa imagen está regida culturalmente por algunos modelos, tanto para la mujer como para el hombre. Cuando el esfuerzo por lograr ese ideal es moderado, y está sujeto a valores más elevados como el cuidado de la salud, ese intento representa un signo de sociabilidad.

Por ello, tratar de evitar trastornos como la celulitis tiene una primera motivación estética absolutamente válida. Pero ¿termina aquí el problema? Evidentemente no. La celulitis es, en realidad, una verdadera enfermedad que, si bien no es grave, puede traer serios trastornos a quienes la padecen. En este artículo no sólo encontrará información acerca de esos trastornos, sino medidas preventivas y orientación sobre posibles terapéuticas para los casos en que el problema esté en curso.

Es un proceso por el cual las células de los tejidos adiposos (grasas) llamadas adipositos se alteran al no estar suficientemente irrigadas. Si bien es más frecuente en la mujer, algunos hombres también padecen esta alteración de los tejidos. Su causa inmediata es la pérdida de la tonicidad y elasticidad de las venas que llevan el flujo sanguíneo desde abajo hacia arriba. La sangre tiende a estancarse en los capilares, que son los vasos sanguíneos más pequeños.

Estos van perdiendo su elasticidad, cumpliendo mal su misión de llevar sangre hasta las células que, por lo tanto, no son nutridas adecuadamente. La falla en el drenaje linfático es también característica de la celulitis. En regiones como la pelvis, los muslos y las nalgas la mujer posee 5 veces más células grasas y de mayor tamaño que en las demás zonas del cuerpo, por ende son las localizaciones más frecuentes de la celulitis.

Si bien hemos dicho que el factor desencadenante es la mala irrigación, las causas profundas son, en realidad, genéticas y comportamentales. Existe, en primer lugar, una predisposición de algunas personas a desarrollar este tipo de alteraciones. Si a ello le agregamos hábitos incorrectos, el resultado es la celulitis. Entre esos hábitos inadecuados, una dieta desequilibrada, hipercalórica y rica en grasas, es el principal factor, ya que ayuda a la acumulación de la masa adiposa que luego se transformará en celulitis.

El sedentarismo y la falta de actividad física, específicamente la aeróbica, provoca la insuficiente irrigación de los tejidos. Los tacos altos y la indumentaria ajustada dificultan el libre ascenso del flujo sanguíneo y la correcta irrigación de los tejidos.

La prevención comienza con una dieta equilibrada y adecuada a la situación y los requerimientos de cada individuo. Es recomendable una buena cantidad de fibra, vitamina E y C y Potasio. La idea generalizada según la cual no hay que beber líquidos en cantidad para no favorecer la retención de éstos es errónea y peligrosa.

La poca cantidad de líquido no ayuda para este proceso, ya que no ayuda al recambio de líquidos en el tejido intersticial, es decir, el que se encuentra entre las células y las une. La cantidad mínima de agua diaria está por encima del litro y medio, aconsejándose beberla fuera de las comidas. Bajar la ingesta de sal es otro de los consejos que debe seguir quien quiera prevenir no sólo la celulitis, sino otras muchas alteraciones de la salud.

Pero la dieta por sí misma a veces no es suficiente, sobre todo en personas que ya han comenzado con este problema. La actividad física con especial atención a las actividades aeróbicas, no sólo prevendrá la celulitis, sino también enfermedades cardiovasculares, hipertensión, osteoporosis, etc.; e incluso mejorara el estado de ánimo. Estimulará la circulación sanguínea, tonificará los tejidos, quemará tejidos adiposos, candidatos a convertirse en celulíticos.

La celulitis es difícil de advertir en las primeras etapas, y un diagnóstico precoz es importante para un tratamiento eficaz. Esta detección sólo es posible con mediciones especiales, que diferencian la célula adiposa normal de aquella distorsionada por la celulitis. Esta afecta también al tejido intersticial y los vasos sanguíneos más pequeños, que determinan la temperatura de los tejidos. Estos se "enfrían" por la escasa irrigación sanguínea, lo cual puede ser medido a través de una termografía, según diferentes técnicas:

La de cristales líquidos, los cuales varían su disposición de acuerdo a la temperatura y permitiendo reconocer los tejidos afectados.
La video-termografía computarizada es más exacta que la anterior y mucho más práctica en el uso concreto. Consiste en la aplicación de una faja con sensores térmicos conectados a una computadora.
El estudio de los capilares encargados de irrigar los tejidos está convirtiéndose en el método más eficaz para el diagnóstico precoz del problema. La videocapilaroscopía, con la incorporación de la fibra óptica, puede mostrar el capilar cerca de mil veces más grande de su tamaño real, advirtiendo alteraciones.
Pero la misma persona afectada puede chequear el estado de sus tejidos adiposos con un sencillo examen.

La celulitis puede estadificarse en tres momentos de evolución, que pueden ser observados con la ayuda de los dedos índice y pulgar. Si al "pellizcar" la zona se observan pequeños grumos y hoyuelos, que tardan solo un momento para desaparecer nuevamente, estamos en presencia del primer estadio de la enfermedad. Otros síntomas pueden ser hormigueo en las piernas, que se sienten cansadas, pesadez. En este momento se puede recurrir a masajes manuales o mecánicos y a sustancias lipolíticas.

En el segundo estadio, al pellizcar la piel se observa que aquellos grumos han tomado más cuerpo, y se siente un leve dolor. Alrededor de las células afectadas se están comenzando a formar especies de "almohadillas", apareciendo filamentos de colágeno cuya función es ligar los adipocitos que han comenzado a separarse.

En el tercer estadio el tejido deformado se endurece y compacta, y la presencia del dolor es más intensa y constante. La piel se vuelve fláccida y los nódulos se advierten a simple vista, sin necesidad de pellizcar la piel, la cual se siente mucho más fría.

A esta altura de la enfermedad, las dietas y la actividad física que hubieran mejorado sensiblemente en estadios anteriores, resulta insuficiente y hasta inútil. Por ello, es importante tomar la celulitis a tiempo, ya que habrá mejores probabilidades de erradicarla y prevenirla en el futuro. El tratamiento de la celulitis depende del momento en que iniciamos la intervención. Por supuesto que, en cualquiera de ellos deberá intervenir el médico especialista.

Celulitis realese

Es una técnica quirúrgica que suelta, afloja, aparta, destensa, libera, desconecta, desbloquea o rompe los tractos fibrosos que se forman justo debajo de la piel, en el 90% de las mujeres, y forman la llamada “celulitis”, y el aspecto de la piel de naranja.

No se liposucciona la grasa, no se trata de extraer la grasa, no se usa ningún aspirador. Se trata de dejar la piel separada de la grasa celulítica (celulitis).

El eliminar la celulitis o mejorar casi completamente sucede porque se forma una capa debajo de la piel de fibrosis que fuerza a que la circulación sanguínea aumente en profundidad y disminuya superficialmente.

La piel queda tersa y móvil con un aspecto sano y liso.

ANESTESIA


La intervención para eliminar la celulitis se realiza con anestesia local y sedación.

PROCESO QUIRÚRGICO


En este proceso se emplean unas cucharillas, pinzas y raspas, diseñadas para movilizar y rascar la grasa debajo de la piel con movimientos hacia delante y hacia atrás, realizando una malla que rompe y suelta la celulitis que está fijada subdérmicamente.

PRE-OPERATORIO


Durante 6-8 semanas son necesarios masajes de movilización (drenajes linfáticos), en las zonas tratadas, acompañados de cremas anticelulíticas.

La celulitis

La grasa normal se reparte homogéneamente en dos capas finas, una superficial y otra profunda, separadas por la aponeurosis superficial y situada entre unos tabiques o trabéculas poco elásticas que van desde el músculo hasta la piel y por donde transcurren vasos y nervios.

En la obesidad el exceso de grasa se reparte por todo el cuerpo y normalmente obedece a un exceso de comida y poca actividad física, o bien, a alteraciones hormonales (disfunción neurohormonal).

Cuando esta obesidad se localiza en una zona se denomina Lipodistrofia. La predilección de la grasa por una u otra zona del cuerpo tiene un marcado carácter familiar (congénito), depende especialmente del sexo, de los cambios hormonales, del tipo de alimentación y del ejercicio físico. El ejemplo más típico son las pistoleras en mujeres delgadas, que normalmente aparecen en la pubertad, y son independientes del grado de obesidad.

La denominada celulitis se corresponde con un aumento de la presión de la grasa dentro de las celdillas formadas por las trabéculas. Al ser estas poco elásticas actúan como columnas mientras que la piel forma protuberancias a modo de cúpulas.

Es necesario diferenciar estas irregularidades en la superficie cutánea de las provocadas por la flacidez. En este caso, sin haber aumento de grasa, y por lo tanto de la presión, aparecen retracciones cutáneas en las zonas de inserción de las trabéculas que recuerdan las ocasionadas por la celulitis.

El aspecto abultado de la celulitis se debe a un almacenamiento anormal en el tejido conjuntivo cutáneo y subcutáneo. El problema, típicamente femenino, consiste en un almacenamiento de grasa en los adipocitos (células adiposas de la hipodermis) y de agua alrededor (dermis e hipodermis). A medida que crecen los adipocitos, las membranas poco elásticas que los envuelven (trabéculas) se deforman y tiran de sus puntos de fijación cutánea, lo que provoca la aparición de hundimientos entre los cuales se forman bultos (cúpulas). Llegado este punto, el principal problema es que el proceso se mantiene automáticamente debido a la obstrucción de la circulación sanguínea con estancamiento de las toxinas, empobrecimiento nutritivo, congestión del gel conjuntivo que pierde elasticidad y aparición de fibrosis. Este proceso, con resultados muy antiestéticos, convierte las zonas celulíticas en regiones inertes y abandonadas, que no reaccionan ante el ejercicio físico ni los regímenes de adelgazamiento más radicales.

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